jueves, 7 de abril de 2011

12 horas de poesía

El sábado 9 de abril presentamos la colección en Viladecans.
Vilapoética es un acto de 10 a 22h, inaugurado con pregón de Santi Tena y con un montón de actividades poéticas a lo largo del día.
A las 18.30 Candela estará en la Sala Polivalente, representada por nuestra autora Ada Menéndez y por la coordinadora, Rebeca Álvarez, que recitará en representación de las autoras que no han podido asistir al encuentro.
Será en Can Xic, 1, en la Avda. Josep Tarradellas

lunes, 4 de abril de 2011

Mar Benegas en La biblioteca imaginaria". Reseña y entrevista de Eva Monzón

¿Qué es para ti escribir?


Escribir es una necesidad vital. Las personas que escribimos solemos tener  la necesidad compulsiva de hacerlo, a mí también me pasa.


De todas las disciplinas literarias, ¿es para ti la poesía la más expresiva?


Bueno, es con que la que mejor puedo traducir ciertas imágenes que me habitan. La poesía es el anhelo de expresar lo inexpresable. Significar lo onírico o lo que carece de un significado lógico o racional. Tiende a la elasticidad de lo unívoco, con la poesía se pueden observar, en la relectura, los diversos subsuelos, la extracción del lector o del que escribe, la convierte en un pozo sin fondo.

Lo que puedo decir con la poesía, es lo que no puedo decir de ningún otro modo, por eso escribo poesía. (seguir leyendo aquí)

domingo, 3 de abril de 2011

Sobre "El ritual de lo habitual", de Cristina Morano. Por Alberto García-Teresa. Culturamas

«Decidme qué es el poder», se pregunta una de las voces de El ritual de lo habitual. «¿Por qué querría nadie / desobedecer?», concluye otra. Pues por todo lo expuesto por Cristina Morano en este poemario descarnado, ambicioso en su propuesta y por su dureza, muy coherente y unitario, que analiza las consecuencias de la acción del poder sobre otros, sobre sus cuerpos y sobre sus mentes, y sobre el cuerpo y la mente propios.
El libro plantea la función de la obediencia, de la complicidad en la tortura, en la injusticia. ¿Es posible evadirse de esa responsabilidad? ¿ Cuánto se colabora con el sufrimiento al tolerarlo?
La escritora lanza esas preguntas a través de los personajes, de las dieciocho mujeres que hablan en cada uno de los poemas de la obra (a la última de ellas le dedica una serie de cinco piezas), numerados y en cuyo título se especifica quién es la protagonista. Mediante el monólogo dramático, haciendo uso especialmente del registro narrativo, Morano indaga en cuánto deshumaniza el Poder y la sumisión, dejando hablar a esos náufragos en su degradación («mi hijo es fruto de una orden»). (seguir leyendo aquí)