miércoles, 26 de enero de 2011

Por Jesús Ge. Presentación de "Niña pluma, Niña nadie", de Mar Benegas, en la FNAC (Valencia)

En el mundo se abre una grieta.
Y dentro de la grieta se extiende el dolor de los no-visibles.
Caminar por ella supone tomar partido. “Caerá la sed, pero no el camino”.
Arribar desde muy lejos, llegar a la compasión de una madre que observa en la distancia a los niños.
A otros niños (que quizá seamos nosotros).
Y sentir desde ellos cómo la Realidad está asfixiando lo real, lo propio, lo imaginado. Cómo se fortalecen y se construyen lentamente las corazas de lo cotidiano. Entender el día a día como la pérdida de un paraíso eterno, infantes de un reino sin tiempo.
“por eso los niños nos morimos de pena”

Llegamos desde muy lejos, y arrastramos con nosotros las máscaras que disfrazan la niñez. Y, como seres frágiles e indefensos, reímos y lloramos.
La poeta no puede más que admirar este derruido mundo que nos acoge y, llena de rabia, reaccionar con estos poemas, “llorando canciones de leche”.

Pero no todo es desazón y abatimiento. Aparece en nosotros –metáfora de la infancia- el lenguaje como un júbilo, un juguete al que acunamos, nombrar el odio, la muerte, el mañana como un primer paso para la esperanza.
Inventar otro mundo, levantar otros hogares, otros rincones.
El abrazo y la caricia es el otro lenguaje que nos abriga, la otra palabra cálida que puede salvarnos.
“así nace la Poesía. (…)
la voz de los oprimidos emana de esta orgía”

Y en el lugar de la muerte
“lugar donde el grito
busca la espalda”
surge una niña frágil, una niña pluma.
Que se encuentra con las huellas de los otros niños que corren,
con su propia huella, con su memoria.
Con ese “círculo invisible” que la rodea y la protege.
memoria y aire”.
¿de dónde llega?
¿de dónde llega esta niña nadie?
¿cuál fue su verbo primero?
sus cristales, sus angustias,
¿quién la desheredó de sus tierras?
¿quién cortó palabras en el aire?
después el miedo, “el miedo es mudo y se muere de palabras”.
Y con todos estos mimbres calcinados,
reconoce la poeta su pasado zahorí
su búsqueda… entre las plumas de las aves,
la quietud de los recuerdos, de su hogar,
su infierno estable,
“el silencio de los objetos
y de las grietas en las paredes”

Pero en el fondo sabe,
la niña pluma, la niña nadie
que siempre en la palabra,
“entre los escombros”
quedará un hueco
para sobrevivir…

1 comentario:

Espesura Claridad dijo...

niña pluma... niña nadie... ternura.
Felicidades... un placer leerte