los niños
son lanzados con el puño cerrado
se estrellan contra las paredes,
y limpian la sangre
los niños
con bracitos de alambre
desgranan la tierra,
lombrices ciegas que braman por dentro
los niños
saltan por los aires
celebran así, con regocijo
que besaron una mina
los niños
ofrecen su sexo pequeño
como un juguete
son generosos,
sólo piden a cambio unas monedas
los niños:
los niños
no
existen
2 comentarios:
Leo tu poema y la verdad, corro escaleras abajo para abrazar/besar a mis niños.
Que existan como tales, depende de nosostros los llamados "adultos"
Quiero decir que no perderé el camino hacia tu casa...
Tu poesía me dejó una sensación de dolor.
UN BESO
Rossana
Rossana, muchas gracias por tu comentario. Este poema es muy duro (y muy bueno) pero "Niña pluma, niña nadie" acaba dejando un poso de esperanza.
Un abrazo.
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