a veces los niños
hacemos el amor
sobre una barra de pan
por debajo de la espalda
se extiende un campo
aunque no haya suelo
y sólo una hogaza nos sostenga
amasar sin ropa
las pieles que tiemblan
dedos, ojos y boca
se mezclan con las migas
levadura y agua tibia
fermentan despacio
en un rito alquímico de masticar
aquello recién horneado
es la metamorfosis del trigo
la que deja las manos manchadas:
harina y media medida de miedo
nos cogemos, nos sujetamos
el uno al otro
porque tememos caernos
por cualquiera de los bordes
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